Madrid 28 de Agosto de 2008
Hoy acudimos al acto de despedida 40 compañeros paralímpicos, en representación de los 133 que competiremos los próximos días en Beijing. El ambiente era eufórico. Todos estábamos contentos de volver a vernos.
Me rencuentro con Santi Sanz, de atletismo. Compartimos piso en Sydney, sus primeros Juegos. Yo ya llevaba dos anteriores. Barcelona 92 y Atlanta 96. Siempre recordare la vuelta que me dio Santi por la villa paralímpica de Sydney. El debía entrenar, así que me agarre a la parte trasera de su silla y enganchada a él me dio la primera vuelta turística por la villa que iba a ser nuestro hogar durante esos juegos. Santi y yo lo hemos vuelto a recordar. Está a punto de ser papa. “En cualquier momento” dice y bromeamos Teresa Perales y yo con él. Van a llegar la medalla y la niña a la vez. Daniela se va a llamar. Santi dice que la beca deportiva y todo ahora lleva su nombre. Yo bromeo con Teresa. “¿Y tú para cuando? “Le pregunto. Yo después de estos Juegos, así para los siguientes estoy de nuevo en forma. Bromeamos acerca de que solo los chicos pueden tener un niño a la vez que compiten en unos juegos. Las mujeres tenemos que planificarlo mejor para que nuestra vida deportiva no se vea mermada, es cierto.
Es agradable siempre el rencuentro con los compañeros. A muchos hace cuatro años que nos los veo. Todos esbozamos una sonrisa. ¡Esto empieza ya!
Estamos esperando la llegada de la Infanta Doña Elena, nuestra presidenta de honor y a varias personalidades. Cuando llega, al entrar en la sala se acerca brevemente y me saluda dándome la mano. “Luego nos hablamos” me dice. Lo mismo hace Jaime Lissavetzky. Comienza el Acto, en el que intervienen. La ministra de Educación, Política Social y Deporte, Mercedes Cabrera, el presidente del Comité Paralímpico Español, Miguel Carballeda, por parte de los deportistas, nuestro abanderado este año, David Casinos, que cierra con el grito de guerra antes empleado por Don Felipe de Borbón en los Juegos Olímpicos. “A por ellos!” . En representación de las empresas del programa ADOP, el presidente de Libertty Seguros, Jose Maria Dot. Y cierra el acto las palabras cariñosas y de apoyo, como siempre de Doña Elena.
Tras eso el momento de conversar todos con todos en el cóctel. Me acerco a saludar a Carlos García Revenga, el jefe de protocolo de la Casa Real, siempre acompaña a la infanta. Hace muchos años ya que nos vemos en los actos oficiales y siempre bromeamos. Esta vez quería agradecerle sinceramente la mano que nos hecho para que Ana, mi amiga venezolana, pudiese finalmente renovar su pasaporte y venir a acompañarme a estos Juegos. Bromeamos los cuatro, Carlos, Doña Elena, Ana y yo, deseando estar ya en Beijing y haciendo planes de escapadas para ver la ciudad juntos. Nos hacemos fotos para inmortalizar el rencuentro. “Esta la pones junto a la de Atlanta” me dice Carlos. “Hay no” bromeamos Doña Elena y yo “Que ya han pasado unos añitos” dice Doña Elena.
Amparo Valcárcel y Juan Carlos Ramiro también están allí. Amparo me da muchos ánimos. Me he encontrado con ellos varias veces en las comisiones del Consejo Nacional de la Discapacidad. Ellos saben mejor que nadie cuanto esfuerzo me ha supuesto la clasificación en estos Juegos y que nunca perdí el ánimo, ni las ganas de luchar, aunque a veces estuviese todo en contra. “Lo conseguiste!” Me dice Amparo “..Y este año ya veras, que fuerte os vamos a animar”.
Cerramos el acto con una foto de familia. Jaime me coge por los hombros y toma mi mano. Haciéndome un guiño y dándome animo, mientras los fotógrafos allí congregados disparan sus flashes, inmortalizando el momento.
Hoy acudimos al acto de despedida 40 compañeros paralímpicos, en representación de los 133 que competiremos los próximos días en Beijing. El ambiente era eufórico. Todos estábamos contentos de volver a vernos.
Me rencuentro con Santi Sanz, de atletismo. Compartimos piso en Sydney, sus primeros Juegos. Yo ya llevaba dos anteriores. Barcelona 92 y Atlanta 96. Siempre recordare la vuelta que me dio Santi por la villa paralímpica de Sydney. El debía entrenar, así que me agarre a la parte trasera de su silla y enganchada a él me dio la primera vuelta turística por la villa que iba a ser nuestro hogar durante esos juegos. Santi y yo lo hemos vuelto a recordar. Está a punto de ser papa. “En cualquier momento” dice y bromeamos Teresa Perales y yo con él. Van a llegar la medalla y la niña a la vez. Daniela se va a llamar. Santi dice que la beca deportiva y todo ahora lleva su nombre. Yo bromeo con Teresa. “¿Y tú para cuando? “Le pregunto. Yo después de estos Juegos, así para los siguientes estoy de nuevo en forma. Bromeamos acerca de que solo los chicos pueden tener un niño a la vez que compiten en unos juegos. Las mujeres tenemos que planificarlo mejor para que nuestra vida deportiva no se vea mermada, es cierto.
Es agradable siempre el rencuentro con los compañeros. A muchos hace cuatro años que nos los veo. Todos esbozamos una sonrisa. ¡Esto empieza ya!
Estamos esperando la llegada de la Infanta Doña Elena, nuestra presidenta de honor y a varias personalidades. Cuando llega, al entrar en la sala se acerca brevemente y me saluda dándome la mano. “Luego nos hablamos” me dice. Lo mismo hace Jaime Lissavetzky. Comienza el Acto, en el que intervienen. La ministra de Educación, Política Social y Deporte, Mercedes Cabrera, el presidente del Comité Paralímpico Español, Miguel Carballeda, por parte de los deportistas, nuestro abanderado este año, David Casinos, que cierra con el grito de guerra antes empleado por Don Felipe de Borbón en los Juegos Olímpicos. “A por ellos!” . En representación de las empresas del programa ADOP, el presidente de Libertty Seguros, Jose Maria Dot. Y cierra el acto las palabras cariñosas y de apoyo, como siempre de Doña Elena.
Tras eso el momento de conversar todos con todos en el cóctel. Me acerco a saludar a Carlos García Revenga, el jefe de protocolo de la Casa Real, siempre acompaña a la infanta. Hace muchos años ya que nos vemos en los actos oficiales y siempre bromeamos. Esta vez quería agradecerle sinceramente la mano que nos hecho para que Ana, mi amiga venezolana, pudiese finalmente renovar su pasaporte y venir a acompañarme a estos Juegos. Bromeamos los cuatro, Carlos, Doña Elena, Ana y yo, deseando estar ya en Beijing y haciendo planes de escapadas para ver la ciudad juntos. Nos hacemos fotos para inmortalizar el rencuentro. “Esta la pones junto a la de Atlanta” me dice Carlos. “Hay no” bromeamos Doña Elena y yo “Que ya han pasado unos añitos” dice Doña Elena.
Amparo Valcárcel y Juan Carlos Ramiro también están allí. Amparo me da muchos ánimos. Me he encontrado con ellos varias veces en las comisiones del Consejo Nacional de la Discapacidad. Ellos saben mejor que nadie cuanto esfuerzo me ha supuesto la clasificación en estos Juegos y que nunca perdí el ánimo, ni las ganas de luchar, aunque a veces estuviese todo en contra. “Lo conseguiste!” Me dice Amparo “..Y este año ya veras, que fuerte os vamos a animar”.
Cerramos el acto con una foto de familia. Jaime me coge por los hombros y toma mi mano. Haciéndome un guiño y dándome animo, mientras los fotógrafos allí congregados disparan sus flashes, inmortalizando el momento.
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